¿Te sientes triste, desmotivado, con poca ilusión por estudiar, trabajar o cualquier otra actividad?
Te ofrezco orientación psicológica para superar la apatía.
En mi consulta tendrás un espacio de escucha, libre de juicios personales y de exigencias. Un espacio de respeto y comprensión que te ayudará a superar tu apatía.
Atiendo a jóvenes con problemas de apatía.
Atiendo a adultos con problemas de apatía.
¿No eres capaz de superar tu apatía?
Puedo ayudarte a combatirla con tratamiento psicológico profesional
La apatía es en pocas palabras la ausencia o eliminación de sentimientos, emociones, pasión o entusiasmo. Una persona apática suele ser indiferente a cualquier estímulo externo o evento.
Muchos de nosotros hemos pasado por estos mismos sentimientos: una desgana absoluta o falta de motivación para llevar a cabo alguna tarea o actividad. Pero en la gran mayoría de ocasiones no supone un problema real para los que son apáticos en momentos puntuales.
El problema viene cuando la apatía se convierte en algo recurrente, a largo plazo. En estos casos, la ayuda de un psicólogo profesional es la mejor decisión.
Los síntomas de la apatía se dividen en 5 tipos principales:
Más formas de manifestación de la apatía y la desmotivación:
¿Te sientes identificado con alguno de estos síntomas? Contáctame ahora para una primera entrevista online gratuita de 15min
La apatía puede tener origen en diversas causas, a saber:
Se ha manifestado la existencia a nivel cerebral de una correlación entre la apatía y ciertas alteraciones de la conexión entre los ganglios basales y el lóbulo frontal. Estas alteraciones explican la dificultad existente para conectar emoción y pensamiento así como la disminución en la iniciativa conductual.
Otra gran asociación con la apatía se da en la presencia de lesiones en el prefrontal dorsolateral y las áreas asociativas. Estas lesiones son la explicación de la aparición de apatía en otros trastornos psíquicos y físicos, como por ejemplo la demencia.
Otra posible causa biológica de la apatía puede ser el consumo de sustancias con efectos psicoactivos que como consecuencia, pueden alterar el correcto funcionamiento de nuestro cerebro.
Se ha diagnosticado apatía a personas sometidas a un estrés constante o expuestas a estimulaciones aversivas. La falta de un reforzamiento positivo en sus vidas puede generar el deterioro de la capacidad de interés.
Otra de las causas ambientales de la apatía es la tendencia de establecer metas difíciles de alcanzar lo que suele resultar en frustración.
En muchos casos, la apatía actúa como una especie de freno de mano que nos indica que es aconsejable cambiar nuestro ritmo de vida en el que nos exigimos demasiado a nosotros mismos. Habitualmente, esta apatía suele durar unos pocos días ya que su misión principal es la de darnos un descanso mental.
En otros casos, una dificultad severa para establecer límites a nuestros impulsos puede generar situaciones de apatía más complicadas y prolongadas en el tiempo.
Aunque siempre se ha considerado el conjunto de los síntomas de la apatía como un único problema, muchos profesionales de la salud mental sugieren que existen varios tipos de apatía, a saber:
¿No eres capaz de superar tu apatía?
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Como ya sabes, la apatía a menudo es un síntoma común de distintos trastornos tanto psicológicos como orgánicos. A saber:
La apatía es una de las características fundamentales de la depresión, junto con el sentimiento de autodenigración. Las personas con depresión presentan diferentes sesgos cognitivos que les hacen ver tanto a sí mismos como el mundo que los rodea de forma negativa y hostil. Sentirse apático no implica necesariamente estar deprimido, pero en toda depresión sí encontramos sentimientos de apatía.
En este caso se trata de algo orgánico, ya que se genera por la degeneración de las estructuras cerebrales o lesiones en el prefrontal dorsolateral y las áreas asociativas.
La ansiedad y estrés constantes pueden generar sentimientos de apatía. Existen muchas situaciones de las que no podemos escapar, nos desesperan y aumentan nuestra sensación de falta de control. Si es recurrente, suele generar un estado apático en las personas que lo sufren.
Se ha demostrado que se pueden generar alteraciones cognitivas y conductuales por la ausencia en el organismo de una serie de nutrientes como la glucosa o la vitamina. La principal causa de la anemia es la mala alimentación o alteraciones en el metabolismo.
Las personas que sufren infecciones y enfermedades graves suelen desarrollar un sentimiento de apatía tanto por causas orgánicas cómo por la degeneración de estructuras cerebrales. En la mayoría de los casos, el hecho de padecer una infección o enfermedad grave supone un duro golpe a nivel psicológico que acaba generando apatía. Los ejemplos más claros son el cáncer o el sida.
La apatía puede ser tanto causa como consecuencia de problemas en la pareja o matrimonio. A lo largo de una relación, existen momentos en los que pueden surgir conflictos y desacuerdos entre las partes que pueden llevar a uno de ellos a sentirse tristes, abatidos o incluso apáticos.
Al sufrir de apatía emocional, se complica la comunicación en la pareja e impide que la relación fluya positivamente. Cuando se llega a este punto, es recomendable acudir a un psicólogo profesional que pueda ayudarte a superar tu trastorno.
Si tú o tu pareja sufrís de apatía, puedo ayudaros a superarlo. No tratar la apatía puede llegar a desencadenar un trastorno depresivo así como otras patologías más graves. ¿Estás dispuesto a arriesgarte?
Como psicólogo profesional os orientaré sobre la mejor forma de hacer frente a estos sentimientos, proporcionándoos una serie de herramientas que os ayuden a establecer nuevos hábitos de conducta, una mejor comunicación y en definitiva una mejor relación de pareja.
Sufrir de apatía social puede llegar a ser muy complicado. Una de las principales consecuencias de la apatía es la progresiva pérdida de relaciones sociales, lo que acaba en aislamiento social y en muchas ocasiones a reclusión sin contacto exterior.
Si sufres de apatía y sientes que está afectando tu vida social, puedo ayudarte a superarlo. El primer paso para lograrlo es entender que tienes un problema y buscar ayuda profesional para que el problema no se enquiste.
La apatía puede ser un problema que afecte seriamente al ámbito familiar. Como ya sabes, el aislamiento social es uno de los problemas de la apatía, y eso incluye a la familia. La persona con apatía no suele mostrar interés por interactuar ni por hacer planes con el resto de su familia. Cuando esto ocurre, el entorno familiar suele frustrarse y acaba en ocasiones por abandonar cualquier intento de acercamiento. En última instancia, la persona verá gravemente perjudicada su autoestima.
Con mi ayuda seremos capaces de mejorar tu vida familiar gracias al conocimiento que adquirirás sobre ti mismo y al aprendizaje de herramientas que te ayuden a conquistar nuevos hábitos de vida.
Muchas personas no son capaces de sentirse bien consigo mismas ni consiguen vivir una vida plena y satisfactoria debido a factores externos o circunstancias personales. La apatía incrementa la dificultad para ser optimista.
Si sientes que no consigues mejorar tu calidad de vida y crees sufrir de apatía, contáctame para una primera entrevista totalmente gratuita. Juntos trabajaremos en técnicas y herramientas que te sirvan para luchar contra la apatía.
El tratamiento de la apatía depende en gran medida de las características que la estén causando. Aunque, a nivel general, se pueden llevar a cabo una serie de estrategias:
Las terapias psicológicas ayudan a las personas a conocer qué es lo que esta bloqueando el curso natural de su motivación y deseo. A medida que las causas del bloqueo se van identificando, pueden beneficiarse más y más de estrategias que les ayuden a establecer metas realizables, al principio con facilidad y con el tiempo a través de objetivos que requieran de más esfuerzo.
En términos generales, centrarse en reforzar la autoestima y ayudar a la realización de tareas que resulten agradables suele ser de gran ayuda para personas con apatía.
Recuerda que tanto la ansiedad como el estrés son otras de las causas de la apatía. Para luchar contra ello, es importante centrarse en mejorar las habilidades de gestión del tiempo.
Llevar un estilo de vida saludable resulta ser una de las técnicas más efectivas a la hora de superar la apatía. Tanto el control de la alimentación como el ejercicio físico ayudan a nuestro cuerpo a sentir menos estrés y ansiedad lo que repercute positivamente en nuestros sentimientos apáticos.
Aunque no es recomendable, algunas personas tratan su apatía utilizando diferentes fármacos ansiolíticos o antidepresivos.
También se suelen utilizar fármacos que contribuyen a mejorar la circulación de los neurotransmisores.
Si lo deseas, puedes contactarme para que tengamos una primera entrevista online totalmente gratuita en la que podré conocer más a fondo tu caso concreto y poder así ofrecerte un tratamiento personalizado según tus necesidades.
El precio por consulta del tratamiento para superar la apatía es de 35€. Si lo deseas, puedes beneficiarte de un bono descuento de 4 sesiones online por 132€, o de un bono de 8 sesiones online por 256€.
No existe un único origen de la apatía. Su aparición puede deberse a varios motivos, a saber:
Una vez descartados los motivos orgánicos de la apatía e identificados los factores ambientales, necesitamos analizar las causas psicológicas de la apatía y para ello necesitas conocerte mejor. Hazte las preguntas adecuadas: ¿Qué originó mi apatía? ¿Cuándo empezó? ¿Cómo? ¿Por qué estoy así? Una vez hemos analizado las causas de la apatía y desbloqueado los conflictos que nos impedían avanzar, es hora de ejecutar estrategias y enfoques que se centren en sacar la apatía de nuestro cuerpo y mente. Aquí, la consciencia del problema cobra importancia, ya que por mucha ayuda externa que se obtenga, no seremos capaces de superar la apatía sin cambiar nuestra forma de pensar.
No es únicamente cuestión de voluntad: no funciona simplemente con decidir mejorar y desechar lo que no queremos en nuestras vidas. Aunque es el primer paso, es importante ir añadiendo pequeños cambios en nuestras vidas que nos ayuden a motivarnos.
Aquí algunos consejos para acabar con la apatía:
Atención por videollamada, Skype, Zoom o teléfono. La experiencia nos ha enseñado que la calidad del servicio no disminuye con respecto a la atención presencial. La calidez del vínculo que se establece entre cliente y psicólogo es la misma y el precio por sesión es menor. Además, ofrece las ventajas de una mayor adaptabilidad a los horarios y tiempo disponible del cliente y sus necesidades personales.