El odio (si no estás preparado)
Si no estás preparado
si te hacen daño lo suficiente
acabas odiando
El odio es un susurro de carmín a la yugular
sin darte cuenta
te da placer, soberbio en tu rostro
que se tensa y deshace
y te atrapa, te caza y te esclaviza.
El odio se cuece en la intimidad de tu dormitorio,
es un aliento tórrido sobre tu nuca
es un iceberg de hielo punzando tu frente, se expande
desencaja tu cara.
La única forma de liberarte de él es haciendo daño.
Pero cada vez que haces daño él se ríe y sube otro escalón,
como un pequeño dictador a cuerda,
se hace más fuerte con tu irracionalidad, con tu debilidad y miseria.
Taladra el bloque de hielo y llena tu cerebro de escarcha.
Si no puedes hacer daño a aquel que te causó dolor
elegirás otra víctima asequible
y esculpirás en ella todo tu odio
Si odias en soledad, te sentirás despreciable
pero ay! si encuentras a más que odien como tú,
como yonqui desesperado los buscarás,
y te sentirás fuerte, seguro y justificado
en tu decorado de cartón piedra
con un enemigo claro como el alba.
Y como aprenderás a ser esclavo,
esclavo serás, y aquellos que te causaron sufrimiento
manipularán tu odio hacia sus propios trofeos de caza
y te usarán.
El odio es una puta a la que escupes todos tus errores
El odio es una mecedora de horca
El odio es un yonqui que vende a sus hijas por heroína
El odio es cocaína
El odio es un látigo coceando sin empuñadura
El odio es el ojo crispado del caballo desbocado
que demasiado tarde para reaccionar
se precipita a un abismo ignorado.
El odio es el miedo!
Iza ese harapo!
El odio hacia la inmigración
El odio hacia el raro
El odio hacia la mujer,
hacia el activista
El odio hacia el débil e ignorado
Pero no hacia el amo,
Nunca hacia el amo.
Porque el odio es el miedo
porque el odio es ciego
porque el odio es un yugo, que por tu miseria te aferra
Y en tu ceguera odias al libre
porque tú no eres libre
Y el odio te usará
Y te hará suyo,
Y te despedazará por dentro,
Si no estás preparado.
Buenas tardes,
Lección práctica para neutralizar el odio.
Construyamos sólidos valores, desde la infancia, que den sustento al individuo.
Para conseguir que no séa “transformado” cuál Narciso, porque forma parte de una comunidad.
Se puede conseguir a través de esos cimientos arraigados desde los primeros estadios de crecimiento, qué una vez adultos sepan el sentido y el deber de ese concepto hermoso que se llama: DIGNIDAD HUMANA !!
“Marcos Ana, torturado y detenido en 1943.
Mientras lo torturaban, el Sargento le preguntó:
– Tu, por qué luchas, carajo?
El contestó: Por un mundo en el que nadie pueda hacerte a ti, lo que tú me estás haciendo ahora a mí.”
Esa debe ser la lección de DIGNIDAD:
Nosotros debemos ser obligatoriamente por nuestra ética, sustancialmente diferentes a los generan el odio y el miedo.
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